Mi frase trataba sobre los prejuicios:
Cuando entró en mi empresa un nuevo compañero de trabajo al cual recibimos con una cena para conocernos mejor y comentando aficiones nos contó como un joven de 28 años todos los fines de semana se compraba un buen puro, buena botella de wisky y se iba a casa de su vecino de 70 años a jugar al dominó. Todos lo prejuzgamos y lo catalogamos como el rarito de la empresa.
Tiempo más tarde trabajando con él me explicó que era huerfano, su madre murió hace tiempo y a su padre hace un año le detectaron un cáncer terminal cuando él y su hermano tuvieron que hacerse cargo del negocio familiar y los gastos familiares mientras su padre se moria de un cáncer en el hospital. Un vecino desinteresadamente mientras el y su hermano trabajaban dicho vecino acompañaba a su padre en estos momentos tan difíciles estando con el hasta el día de su muerte. La historia me conmocionó muchisimo y más cuando me contó que el vecino que él ahora acompañaba por las noches justamente era el mismo que había acompañado a su padre hasta el día de su muerte. Me sentí fatal por haber prejuzgado injustamente a una persona que únicamente tenía buenas intenciones.
Hace poco leí la frase de “Cuando intentamos expulsar nuestros prejuicios por la puerta de nuestra casa, estos entran por la ventana”.Y esta es la historia que cada día recuerdo para que cuando expulso mis prejuicios por la puerta de mi casa estos no vuelvan a entrar por la ventana.
Esther
Saludos